La economía brasileña prácticamente se estancó entre julio y septiembre de 2025, con un crecimiento trimestral del PIB de apenas 0.1%, informó este miércoles el IBGE. El dato decepcionó al mercado (que esperaba 0.2%) y marcó una fuerte desaceleración frente al 1.5% del primer trimestre y el 0.3% del segundo. En términos interanuales, la expansión fue de 1.8%.
El agro salvó los muebles con un salto del 10.1% gracias a la soja y el maíz, pero industria (1.7%) y servicios (1.3%) mostraron debilidad. La demanda interna se resintió por la tasa Selic en 15% la más alta en años y por los aranceles de hasta 50% que EE.UU. aplicó desde agosto a productos brasileños, provocando una caída del 28.1% en exportaciones hacia ese país en noviembre.
Pese al freno, la inflación bajó a 4.68% interanual en octubre, el menor nivel para ese mes en casi 30 años. Analistas advierten que, sin recortes de tasas, el crecimiento anual podría quedar por debajo del 2%.




