China anunció la simplificación de los trámites para exportar tierras raras, minerales críticos para baterías eléctricas, semiconductores y energías renovables. El viceministro de Comercio, Li Chenggang, informó que se reducirán los plazos de licencia de 60 a 30 días, se eliminarán inspecciones duplicadas y se digitalizarán los procesos a partir del 1 de enero de 2026.
El país controla más del 80% de la producción mundial y enfrenta presión de EE.UU. y Europa para diversificar suministros. La medida busca garantizar un comercio “justo y predecible” tras la reciente cumbre Trump-Xi y contrarrestar aranceles que elevaron costos para importadores estadounidenses.
Aunque las cuotas anuales de extracción se mantienen en 240.000 toneladas, analistas prevén un aumento del 10% en exportaciones hacia la Unión Europea y Asia. La reforma alivia tensiones en cadenas globales y podría estabilizar precios, que han fluctuado 20% en 2025 por disputas geopolíticas. Pekín advierte, sin embargo, que represalias comerciales podrían revertir la flexibilización.




