El peso mexicano registró este viernes su cotización más alta desde julio de 2024, al apreciarse 0,4% frente al dólar estadounidense y cerrar en 18,1542 unidades a las 9:31 horas. Esta fortaleza se da en un contexto de debilidad generalizada del billete verde, con el índice Bloomberg Dólar Spot cayendo 0,2%. La moneda mexicana acumula así una segunda semana consecutiva de ganancias, impulsada por el optimismo en los mercados globales.
El avance del peso responde al repunte en activos de riesgo, como commodities y acciones en Wall Street, donde el S&P 500 y el Nasdaq escalaron terreno. Paralelamente, los operadores apuestan por recortes adicionales en las tasas de interés de la Reserva Federal, lo que presiona a la baja al dólar. La volatilidad implícita de un mes en el par USD/MXN se situó en 6,625%, un leve incremento respecto al 6,55% del jueves, reflejando cierta cautela ante la reunión de la Fed del 10 de diciembre.
Los promedios móviles técnicos refuerzan esta tendencia alcista: el de 200 días en 19,0241 unidades, el de 100 días en 18,5129 y el de 50 días en 18,4052. En el mercado energético, los futuros del crudo WTI subieron 0,6% a US$60,04 por barril, beneficiando indirectamente a la economía exportadora mexicana.
Analistas ven en este movimiento una señal de resiliencia para el peso, que podría consolidarse si la Fed confirma recortes graduales. No obstante, riesgos geopolíticos y datos de inflación en EE.UU. podrían revertir la racha. Esta apreciación alivia presiones inflacionarias en México y potencia el atractivo para inversiones extranjeras.




