El presidente francés Emmanuel Macron inició este miércoles una visita de Estado de tres días a China con dos objetivos clave: persuadir a Pekín para que presione a Rusia hacia un alto el fuego en Ucrania y reducir el creciente déficit comercial francés (47.000 millones de euros en 2024).
En su encuentro con Xi Jinping, Macron insistirá en una solución política al conflicto ucraniano, tras reunirse recientemente con Zelenski. China reiteró que apoya “todos los esfuerzos por la paz”, aunque sin compromisos concretos.
El comercio ocupa el segundo lugar de la agenda. Francia busca atraer inversiones chinas en baterías, movilidad sostenible y energías renovables, además de firmar acuerdos en aviación y agroalimentación para equilibrar la relación bilateral.
Acompañado por empresarios, Macron pretende reforzar la posición de Europa como socio estratégico de China en un contexto de tensiones geopolíticas y competencia económica global.




