El débil crecimiento de la economía mexicana se convirtió en un aliado inesperado contra la inflación. Con una contracción de 0.3% del PIB en el tercer trimestre, analistas de Banxico consideran que la baja actividad ayudará a contener las presiones de precios y suavizar la tradicional “cuesta de enero”.En octubre, la inflación general alcanzó 3.57% por encima del objetivo del 3% y la subyacente superó el 4%.
Sin embargo, la mayoría de los consejeros del banco central prevé que la debilidad económica impulse la convergencia a la meta durante el tercer trimestre de 2026.El 6 de noviembre, Banxico recortó 25 puntos base su tasa de referencia, llevándola a 7.25%, y abrió la puerta a nuevos ajustes ante indicadores flojos.
El vicepresidente Jonathan Heath advirtió que mostrar complacencia podría dañar más las expectativas que una política monetaria laxa.Pese al alivio inflacionario, persisten riesgos por posibles aranceles de EE.UU. y presiones en servicios. Los expertos recomiendan vigilar de cerca el consumo para evitar sorpresas en 2026.
