La aerolínea estatal Mexicana de Aviación cerró el tercer trimestre con pérdidas netas por 707 millones de pesos, lo que equivale a un déficit diario de 2.6 millones. En enero-septiembre generó solo 297 millones de pesos por venta de boletos, insuficientes para cubrir costos operativos que superan los mil millones.
Con una ocupación promedio de apenas 53 pasajeros por vuelo y una flota que creció con dos Embraer, la empresa depende totalmente de recursos públicos del Fideicomiso Sedena, que ya ha inyectado 2,739 millones para pagar los aviones adquiridos en 21 mil mdd.
En un mercado dominado por Aeroméxico y Volaris (80% de cuota), Mexicana apenas aspira al 3%, lo que agrava la ineficiencia y la carga fiscal. Analistas señalan que el subsidio implícito distorsiona la competencia y presiona el gasto público, equivalente al 1.4% del presupuesto en transporte.Pese al crecimiento del 4.2% del PIB aéreo, la rentabilidad sigue proyectada hasta finales de la década, siempre que se logre mayor ocupación y eficiencia operativa.




