EE.UU. y Ecuador firmaron un pacto que permite enviar solicitantes de asilo desde la frontera estadounidense a Quito. El acuerdo, rubricado en julio y divulgado por el DHS, se publica el 17 de noviembre.
Ecuador aceptará discrecionalmente hasta 300 casos anuales, excluyendo menores no acompañados y priorizando perfiles sin riesgos penales o de salud. Debe respetar la Convención de 1951 y evitar devoluciones forzadas.
Sin compensación económica directa, el convenio se basa en cooperación técnica para traslados «dignos y seguros», sujetos a recursos disponibles.
La medida alivia la carga migratoria de EE.UU., pero preocupa la sobrecarga en Ecuador, ya tensionado por violencia y crisis venezolana. Podría inspirar más pactos regionales.




