Un megaescándalo en Ucrania, con sobornos de 100 millones de dólares en Energoátom, salpica a allegados de Zelenski y provoca rechazo en Italia al envío de fondos y armas.
Matteo Salvini, viceprimer ministro, advirtió: «No quiero que el dinero de italianos alimente más corrupción». Su partido, la Liga, exige transparencia antes de aprobar nuevo apoyo militar.
Detenciones incluyen a la ministra de Energía y empresarios cercanos al presidente. La Rada ucraniana debatirá renuncias el 18 de noviembre.
El caso complica el respaldo europeo a Kiev y podría forzar a Italia a condicionar su ayuda a reformas anticorrupción.




