Científicos suizos han resuelto el enigma de las estrías oscuras en las laderas de Marte, un misterio desde las misiones Viking de los 70.
Atribuidas antes a agua salada o deshielos, un estudio en Nature liderado por Valentin Bickel (Universidad de Berna) analizó 2,1 millones de imágenes del Orbitador de Reconocimiento de Marte (2006-2024).
Los resultados muestran que son procesos secos: vientos y polvo arrastran arena al amanecer y atardecer, erosionando las pendientes en baja visibilidad.
Este hallazgo redefine la geología marciana y afecta misiones futuras como Artemis y planes de SpaceX. «El polvo influye en el clima local y la protección humana», señala Bickel.




