China impondrá desde el 20 de noviembre controles estrictos a las exportaciones de antimonio, mineral clave para municiones, baterías y paneles solares. Los exportadores deberán obtener licencias especiales, lo que afectará directamente a Estados Unidos, que importa el 80% de este recurso desde el gigante asiático.
China produce el 56% del antimonio mundial y controla el 63% de las reservas, según el USGS. La medida deja expuesta la dependencia estadounidense en un insumo crítico para su industria de defensa.
El gobierno chino argumenta “protección de la seguridad nacional”. Analistas lo ven como respuesta a las sanciones de Washington contra chips y minerales raros chinos.
Los precios del antimonio subieron 15% tras el anuncio. Expertos alertan que un corte prolongado generaría desabasto en EE.UU. en 60-90 días, escalando la guerra comercial.



