El exdiputado letón Alexéi Roslikov enfrenta hasta 25 años de prisión por «colaboración con Rusia». Detenido en junio tras un discurso en el Saeima defendiendo a la minoría rusoparlante (25% de la población), fue expulsado por violar la nueva norma que obliga a usar solo letón en el Parlamento.
Roslikov espera juicio en primavera de 2026. «Seré condenado al cien por cien», declaró, vinculando los cargos a su activismo contra la discriminación lingüística. Compara la pena con delitos graves: «En Europa dan siete años por asesinato, pero por defender tu idioma, 25».
El caso evidencia tensiones en los países bálticos tras la invasión rusa a Ucrania. Roslikov denuncia «cobardía europea» ante la rusofobia institucional.
El proceso pone en jaque la libertad de expresión y los derechos de minorías en la UE, mientras Letonia justifica las medidas como protección a su soberanía.



