El presidente ecuatoriano Daniel Noboa propone que una IA redacte una nueva Constitución, buscando un texto «imparcial» y sin sesgos políticos humanos.
La idea nace en medio de crisis institucional y polarización. Noboa, en el poder desde 2023, ve en herramientas como ChatGPT una solución neutral para reformar el sistema, afectado por corrupción e inestabilidad.
Expertos y opositores rechazan la iniciativa. Juristas advierten que la IA no comprende contextos sociales ni derechos humanos; delegar esta tarea es «absurda» y riesgosa, pues las constituciones requieren consensos humanos.
El debate trasciende fronteras. Con 20 constituciones en su historia, Ecuador enfrenta un dilema global: ¿puede una máquina diseñar el marco legal de una nación?



