El Banco de México recortó 25 puntos base su tasa de interés de referencia, ubicándola en 7.25 por ciento, en su duodécima reducción consecutiva desde 2024. La medida busca reactivar la economía, estancada por bajo crecimiento y menor inversión.
La inflación general descendió por debajo del 3 por ciento, objetivo de Banxico, permitiendo mayor flexibilidad monetaria sin riesgos inmediatos. Analistas consultados por Reuters anticiparon el ajuste, que inyectará liquidez para abaratar créditos y estimular consumo e inversión.
El PIB creció solo 0.2 por ciento en el tercer trimestre, impactado por incertidumbre global y volatilidad cambiaria. Sectores clave como construcción y comercio podrían beneficiarse de financiamiento más accesible, que representa cerca del 70 por ciento de la actividad económica.
Banxico vigilará el tipo de cambio y datos de empleo para futuros ajustes. Aunque el recorte impulsa el crecimiento, una depreciación del peso podría presionar precios. La política equilibra expansión con cautela ante tensiones comerciales y contexto electoral.



