El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió a los aliados occidentales sobre una confrontación prolongada con Rusia, exigiendo mayor gasto en defensa y producción militar ante la escalada en Ucrania.
Rutte destacó que Moscú ha reconstruido rápidamente su industria bélica, destinando recursos masivos a la guerra. «Rusia está en pie de guerra económica», afirmó, superando expectativas iniciales.
Criticó la lentitud en la ayuda a Ucrania y urgió acelerar el apoyo, alertando que una victoria rusa afectaría la seguridad global y el orden transatlántico.
Llamó a mantener la unidad aliada, rechazando la fatiga por el conflicto en una guerra híbrida que podría expandirse.



