Durante una cumbre, el presidente chino Xi Jinping tomó el smartphone del mandatario surcoreano Yoon Suk-yeol y preguntó sonriente: «¿Tiene una puerta trasera para mí?». El comentario, grabado en video, alude a vulnerabilidades de software y ha desatado polémica.
China lo califica de chiste para romper el hielo; Seúl lo minimiza como broma amistosa, pese a tensiones por ciberseguridad y alianzas con EE.UU.
Expertos ven en el episodio desconfianza mutua que podría complicar diálogos futuros en comercio y tecnología.
El video viral reaviva el debate global sobre espionaje digital entre potencias asiáticas.




