El consumo de carne en hogares mexicanos creció 4.6% en 2025, liderado por pollo y cerdo, en un mercado de 350 mil millones de pesos, según INEGI. El alza refleja mayor poder adquisitivo y cambios en hábitos alimenticios.
El aumento del 3% en ingresos familiares y precios estables del pollo, que domina el 60% del consumo, impulsan la tendencia. Sin embargo, las importaciones, que cubren el 20% del mercado, preocupan a productores locales.
La industria cárnica, con 1.2 millones de empleos, enfrenta retos por el alza del 8% en insumos como el maíz, lo que podría elevar precios al consumidor un 10% en 2026, según Banorte.
El crecimiento beneficia la economía rural, pero la ganadería intensiva genera preocupaciones ambientales. El sector planea invertir en tecnologías sostenibles para mantener competitividad y controlar costos.