El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha dado un golpe demoledor al desorden educativo, recuperando el control y poniendo orden en las escuelas para salvar el derecho a la educación de miles de niñas, niños y adolescentes.
Se acabó el caos. Bedolla ha jurado que la educación pública y gratuita es intocable, y con mano firme está transformando el futuro de los michoacanos. Esto es una revolución que sacude los cimientos del abandono escolar.
Atrás quedaron los días oscuros de gobiernos que dejaron a los estudiantes como rehenes de caprichos sindicales, con clases suspendidas y aulas vacías. Eso es historia.
Ahora, bajo el mando de Bedolla, Michoacán celebra tres ciclos escolares completos, un logro que hace temblar a los fantasmas del pasado.
“¡La educación es un derecho humano, no un privilegio!”, expresó el gobernador, dejando claro que las infancias y juventudes son ahora el corazón de la vida pública. Michoacán está de pie, y las aulas están vivas.
Y hay más: los maestros, esos héroes de tiza y pizarrón, son tratados mejor que nunca. Con pagos puntuales y completos, más de 5 mil docentes pensionados y sus familias reciben atención médica gratuita y de primera en el ISSSTE.
“Con los maestros todo, sin ellos nada”, sentenció Bedolla, mientras la justicia laboral brilla como nunca. Este es el Michoacán que resurge, con un futuro brillante forjado en las aulas y una deuda histórica que se paga con hechos!