Nissan cerrará sus centros de diseño en EU y Brasil, y recortará operaciones en Londres y Japón, para reducir costos ante una caída del 10% en ventas globales en 2025. Este ajuste impacta al sector automotriz, que aporta el 3.5% al PIB mundial y emplea 800 mil personas en México.
En México, donde Nissan produce el 20% de sus autos para Norteamérica, la reestructuración amenaza exportaciones por 8 mil millones de dólares anuales, afectando empleos en plantas como Aguascalientes. La menor demanda de vehículos eléctricos y altos costos de producción impulsan esta decisión.
La empresa priorizará mercados asiáticos, manteniendo un diseño limitado en Londres. Esto refleja la presión de competidores chinos, que ganaron un 15% del mercado global.
Analistas advierten riesgos para la industria automotriz mexicana y urgen fortalecer el nearshoring para diversificar el sector, proyectado a crecer un 2.8% en 2026.