El déficit presupuestario de Estados Unidos se redujo en agosto de 2025 a 345 mil millones de dólares, un descenso del 9% o 35 mil millones respecto al año anterior, según el Departamento del Tesoro. Esta contracción, impulsada por mayores ingresos arancelarios, contrasta con el acumulado anual que subió 4% a 1.97 billones de dólares, con un mes restante para cerrar el ejercicio fiscal.
Económicamente, los ingresos aduaneros netos escalaron 22 mil 500 millones de dólares a un récord de 29 mil 500 millones, siete veces más que en 2024, gracias a las tarifas proteccionistas de Donald Trump sobre importaciones chinas y de otros socios. Los ingresos totales crecieron 12% a 344 mil millones, mientras los gastos solo subieron 2% a 689 mil millones, ambos máximos mensuales.
Esta dinámica refleja el impacto de políticas arancelarias que elevan recaudación, pero elevan costos para consumidores y empresas, potencialmente frenando el PIB en 0.5 puntos. Para México, dependiente de exportaciones al norte, implica riesgos de retaliaciones que afecten el nearshoring y cadenas de suministro.
Hacia el futuro, el fortalecimiento fiscal a corto plazo podría estabilizar la balanza de pagos, pero analistas advierten presiones inflacionarias y tensiones comerciales globales, demandando ajustes para mitigar volatilidad en flujos comerciales.