México, país con el mayor consumo de bebidas azucaradas del mundo (166 litros por persona al año), registra aproximadamente 100 mil muertes anuales por enfermedades asociadas al exceso de azúcar, como diabetes, sobrepeso e hipertensión, señaló el subsecretario de Integración de Desarrollo y Sector Salud, Eduardo Clark García.
Durante la conferencia presidencial, Clark García afirmó que aumentar el impuesto a los refrescos es una política pública eficaz para reducir su consumo, como han demostrado 119 países que lo aplican: en el Reino Unido bajó 30% desde 2018; en Sudáfrica, 29%, y en Chile, 21%.
El subsecretario advirtió que los refrescos, incluso los con edulcorantes, son un factor clave de obesidad: en México, una de cada tres personas padece esta enfermedad. Además, una de cada tres muertes se debe a infartos, hipertensión o diabetes, padecimientos relacionados con el consumo excesivo de estas bebidas.
Clark recordó que en los años 80 la diabetes no era considerada una epidemia, pero hoy el 18% de los adultos mayores la padece y uno de cada tres tiene hipertensión. La tasa de mortalidad por enfermedades cardíacas se ha triplicado desde entonces. En 1980, 60 de cada mil muertes estaban asociadas a la diabetes; actualmente son 163 de cada mil.
Con la medida fiscal, se proyecta una reducción de 7% en el consumo de refrescos, lo que podría revertir la tendencia ascendente de estas enfermedades. El impuesto, vigente desde 2014, inicialmente redujo el consumo, pero ahora se busca una disminución de hasta 10%, dado que México consume 24 mil millones de refrescos al año.
Clark agregó que, aunque no es el objetivo principal, se estima que el impuesto generará 41 mil millones de pesos, destinados a fortalecer las políticas de salud. Por su parte, el secretario de Salud, David Kershenobich, destacó que se intensifican estrategias preventivas para desalentar el consumo de refrescos y fomentar la conciencia sobre la salud.




