La gigante estadounidense de semiconductores Nvidia Corporation ha consolidado su posición como motor clave de la economía digital global, al anunciar un beneficio neto de 26,422 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal (mayo-julio de 2025). Esta cifra representa un robusto incremento del 59.2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando las ganancias se situaron en 16,600 millones de dólares aproximadamente. Los ingresos totales alcanzaron los 46,743 millones de dólares, un alza del 55.6% interanual y del 6% respecto al primer trimestre, superando las expectativas internas de la compañía y reafirmando su liderazgo en el mercado de chips para inteligencia artificial (IA).
Desde una perspectiva económica, estos resultados subrayan el auge de la IA como catalizador del crecimiento en el sector tecnológico, que representa un pilar fundamental de la economía estadounidense y global. Nvidia, valorada como la empresa más valiosa del mundo con una capitalización bursátil superior a los 3 billones de dólares, se beneficia directamente de las masivas inversiones en IA por parte de colosos como Meta Platforms y Microsoft. En el segundo trimestre, los ingresos por centros de datos el segmento estrella de la compañía totalizaron 41,000 millones de dólares, de los cuales cerca de la mitad provinieron de grandes proveedores de servicios en la nube. Este boom en la demanda de microprocesadores avanzados, como los chips H20, ha impulsado no solo el PIB tecnológico de EE.UU., sino también cadenas de suministro globales, incluyendo proveedores en Asia y América Latina.
En el primer semestre de su año fiscal, Nvidia acumuló un beneficio neto de 45,197 millones de dólares, un 43.6% más que en el periodo comparable de 2024, con ingresos totales de 90,805 millones de dólares, un salto del 61.9%. Sin embargo, el contexto geopolítico añade matices: la compañía, bajo la dirección de Jensen Huang, reportó cero ventas de chips H20 a clientes chinos durante el trimestre, en cumplimiento de restricciones previas. No obstante, un reciente acuerdo con el presidente Donald Trump permite a Nvidia pagar el 15% de algunos ingresos generados en China a cambio de la revocación de dichas limitaciones, abriendo potencialmente nuevos mercados y mitigando riesgos en la balanza comercial bilateral, que podría inyectar miles de millones en exportaciones estadounidenses.
Mirando hacia adelante, Nvidia proyecta ingresos de 54,000 millones de dólares para el tercer trimestre, superando el consenso de analistas de 53,140 millones. Esta proyección optimista refleja la aceleración en la adopción de IA generativa y computación de alto rendimiento, sectores que podrían contribuir hasta un 20% al crecimiento del PIB global en la próxima década, según estimaciones de firmas como McKinsey. No obstante, el anuncio no estuvo exento de volatilidad: tras el cierre del mercado el 27 de agosto, las acciones de Nvidia cayeron un 2.5% en operaciones after-hours, posiblemente por tomas de ganancias o preocupaciones sobre valoraciones elevadas.En un panorama económico más amplio, el desempeño de Nvidia ilustra la resiliencia del sector semiconductores ante desafíos como la inflación y tensiones comerciales.
La compañía no solo genera empleo de alta cualificación con más de 30,000 trabajadores– sino que también fomenta innovación en industrias downstream, desde automotriz hasta salud. Analistas coinciden en que, si se materializan las proyecciones, Nvidia podría elevar su contribución al índice S&P 500 en al menos un 5% anual, impulsando la confianza inversionista en economías emergentes dependientes de tecnología, como México, donde la nearshoring atrae inversiones en data centers.
los resultados de Nvidia no solo validan su dominio en la era de la IA, sino que también señalan un horizonte prometedor para la economía digital. Con políticas de desregulación en EE.UU. y acuerdos bilaterales, la firma está bien posicionada para capitalizar el «superciclo» de la IA, aunque persisten riesgos geopolíticos que podrían alterar flujos comerciales globales.