México ha consolidado su posición como líder en la exportación de chips electrónicos a Estados Unidos, superando a potencias como China y Taiwán, con un crecimiento del 51% en el valor de sus envíos durante el primer semestre de 2025, según datos de la Secretaría de Economía. Este aumento, que elevó las exportaciones a 8 mil 200 millones de dólares, se atribuye a los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump a productos asiáticos, lo que ha beneficiado a México en el contexto del nearshoring.
La reconfiguración de las cadenas globales de suministro ha favorecido a México, que en 2024 ya se posicionó como el principal proveedor de semiconductores para EU, con una cuota de mercado del 22%, frente al 15% de China y el 12% de Taiwán. Los aranceles estadounidenses, que alcanzan hasta el 25% sobre chips asiáticos, han incentivado a empresas como Intel y TSMC a incrementar su producción en plantas mexicanas, especialmente en estados como Jalisco y Baja California.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó que el aumento en las exportaciones refleja la competitividad de México en la industria tecnológica. “Nuestra proximidad con EU, costos competitivos y el T-MEC nos dan una ventaja estratégica”, afirmó. Además, el país ha atraído inversiones por 2 mil 500 millones de dólares en 2025 para la construcción de nuevas fábricas de semiconductores, según el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora.
Sin embargo, el sector enfrenta retos. La incertidumbre por la posible renegociación del T-MEC y la escasez de talento especializado podrían limitar el crecimiento. Analistas de HSBC estiman que, de mantenerse el ritmo, las exportaciones de chips podrían alcanzar los 15 mil millones de dólares en 2026, pero advierten sobre la necesidad de fortalecer la infraestructura y la educación tecnológica.
El auge de esta industria ha generado más de 20 mil empleos directos en México este año, consolidando al sector como un motor económico clave. Pese a las tensiones comerciales globales, México se perfila como un hub estratégico en la producción de semiconductores, capitalizando las oportunidades derivadas de la reorientación de las cadenas de suministro globales.