Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque masivo en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa, ubicada en la ciudad rusa de Energodar, según informó la administración militar-cívica local. El bombardeo, que incluyó artillería y drones, provocó un incendio en una zona industrial cercana, aunque las llamas fueron extinguidas sin daños directos a las instalaciones nucleares, de acuerdo con las autoridades de la planta.
La administración de Zaporozhie condenó enérgicamente las acciones, calificándolas como un “peligroso acto de provocación” que pone en riesgo la seguridad nuclear global. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó explosiones y columnas de humo en el área, pero señaló que no pudo identificar a los responsables debido a la falta de acceso directo. Rusia, por su parte, acusó a Kiev de “terrorismo nuclear” y responsabilizó a los países que apoyan a Ucrania por los riesgos derivados de estos ataques.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, no se pronunció directamente sobre el incidente, pero horas después afirmó que su gobierno tomará “medidas adicionales” contra Rusia, en respuesta a los continuos enfrentamientos en la región. El ataque dejó a miles de residentes en las provincias de Zaporozhie y Jersón sin electricidad, según autoridades locales.
La comunidad internacional expresó alarma ante el incidente. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a todas las partes a evitar acciones que comprometan la seguridad de las instalaciones nucleares. La Unión Europea y Estados Unidos pidieron moderación, mientras que China y Turquía abogaron por negociaciones urgentes para establecer una zona desmilitarizada alrededor de la planta.
Analistas advierten que los repetidos ataques cerca de Zaporozhie, controlada por Rusia desde 2022, podrían desencadenar una catástrofe nuclear si se dañan sistemas críticos como los de refrigeración. La central, que opera a capacidad reducida, sigue siendo un punto de tensión en el conflicto. La comunidad global espera que las próximas reuniones diplomáticas, incluyendo una posible cumbre entre Trump, Putin y Zelensky, aborden esta crisis para evitar un desastre de proporciones históricas.
