El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que prorroga por 90 días la tregua arancelaria con China, evitando un aumento inminente de los aranceles sobre productos chinos que habría elevado las tasas hasta un 145%, según informó un funcionario de la Casa Blanca. Esta medida, anunciada horas antes de que expirara el plazo de la tregua anterior, busca mantener abiertas las negociaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
La decisión llega tras meses de tensiones comerciales, marcadas por aranceles recíprocos que amenazaban con desencadenar un virtual embargo comercial. En mayo, tras negociaciones en Ginebra, ambas naciones acordaron reducir significativamente sus aranceles: Estados Unidos bajó los suyos de 145% a 30% y China los redujo de 125% a 10%. Esta pausa, ahora extendida, impide que las tasas vuelvan a niveles prohibitivos, ofreciendo un respiro a los mercados globales.
El intercambio comercial entre ambos países, que alcanzó los 688 mil 280 millones de dólares en 2024, se contrajo un 10.4% en el primer semestre de 2025, según la Administración General de Aduanas de China. La prórroga busca estabilizar esta relación, clave para la economía global, mientras se negocian soluciones a disputas sobre comercio, tecnología y seguridad. Trump, en rueda de prensa, señaló que la relación con el presidente chino, Xi Jinping, es “muy buena” y expresó optimismo sobre un posible acuerdo, aunque evitó comprometerse a plazos específicos.
Analistas advierten que la tregua no garantiza un acuerdo duradero. “Es un paso positivo, pero la incertidumbre persiste”, señaló Mark Williams, economista de Capital Economics. Los mercados reaccionaron con alzas: el S&P 500 y el Dow Jones subieron un 2.6% y 2%, respectivamente, mientras el índice Hang Seng de Hong Kong creció casi un 3%.
Esta extensión refleja la intención de ambas potencias de evitar una escalada que afecte a productores y consumidores. Sin embargo, las diferencias en temas como el control de exportaciones chinas de tierras raras y el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos siguen siendo obstáculos. Las próximas semanas serán cruciales para definir si esta pausa derivará en un acuerdo comercial sostenible o en nuevas tensiones.