La industria automotriz mexicana enfrenta un nuevo revés con una caída del 4.2% en las ventas de vehículos nuevos durante julio, al comercializarse 112,508 unidades, frente a las 117,391 del mismo mes en 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta contracción, la tercera consecutiva en 2025, se atribuye principalmente a los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, que han encarecido los costos de producción y afectado la confianza del consumidor.
Los aranceles del 25% a vehículos y autopartes importados desde México, vigentes desde abril, han generado una distorsión en las cadenas de suministro, elevando los precios de los automóviles en el mercado interno. Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), señaló que la incertidumbre económica y la desaceleración del consumo han impactado especialmente a marcas como General Motors, Volkswagen y Toyota, con caídas en ventas de 12.3%, 10.8% y 8.5%, respectivamente. Por el contrario, Nissan mantuvo un crecimiento modesto del 2.1%, impulsado por su enfoque en el mercado doméstico.
El impacto de los aranceles no solo se refleja en las ventas, sino también en la producción y exportación. En julio, la fabricación de vehículos ligeros disminuyó un 6.8%, totalizando 298,765 unidades, mientras que las exportaciones cayeron un 9.4%, con 242,319 vehículos enviados, principalmente a Estados Unidos, el mayor mercado para México. Gabriel Padilla, director de la Industria Nacional de Autopartes (INA), advirtió que los sobrecostos podrían alcanzar los 30 mil millones de dólares anuales si las medidas persisten, afectando la competitividad del sector.
A pesar de este panorama, algunas marcas chinas como Changan y Great Wall Motors reportaron alzas del 15.2% y 12.7% en ventas, gracias a estrategias agresivas de financiamiento. Sin embargo, expertos como Óscar Silva, de Roland Berger, prevén un crecimiento moderado para el segundo semestre, con un mercado automotriz que podría cerrar 2025 con una caída acumulada del 1.5% respecto a 2024, en un contexto de estancamiento económico y tensiones comerciales.
La industria automotriz mexicana, pilar del sector exportador, enfrenta retos significativos para mantener su dinamismo ante un entorno global incierto.