El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció la terminación del Acuerdo de Suspensión de 2019, imponiendo un arancel antidumping del 17.09% a las importaciones de jitomate mexicano, efectivo desde el 14 de julio. La medida, justificada por supuestos precios injustamente bajos, impactará una industria que exportó 2.57 mil millones de dólares en 2024, con México como principal proveedor, cubriendo el 90% de las importaciones estadounidenses.
El arancel generará un sobrecosto anual de 437 millones de dólares, encareciendo productos como salsas y kétchup para los consumidores en EU. En México, estados como Sinaloa, San Luis Potosí y Michoacán, líderes en producción, enfrentarán retos. La Secretaría de Economía y Agricultura calificó la medida como injusta, destacando que el éxito del jitomate mexicano se debe a su calidad, no a prácticas desleales. Marcelo Ebrard, titular de Economía, confía en negociar un nuevo acuerdo, mientras se buscan mercados alternativos.
El Consejo Nacional Agropecuario advirtió que el arancel amenaza la integración económica regional y la seguridad alimentaria. La caída proyectada del 5% en exportaciones mexicanas para 2025 podría afectar empleos en ambos países, mientras los precios al consumidor en EU subirían un 11.54%
