Ronald Johnson, nuevo embajador de Estados Unidos en México, ofreció su primer discurso oficial, destacando el cierre de la frontera a actividades ilegales y rechazando la migración legal mientras persista la ilegalidad. En el marco de las celebraciones por la independencia estadounidense, Johnson enfatizó que la frontera está “cerrada” para el tráfico de drogas y personas, alineándose con la política del presidente Donald Trump de desmantelar organizaciones criminales transnacionales.
El diplomático, exagente de la CIA y exembajador en El Salvador, subrayó la importancia de la relación bilateral, calificándola como “única” y basada en lazos familiares y comerciales. “Somos vecinos, socios y familia”, afirmó, destacando la cooperación con México para combatir el tráfico de fentanilo. Johnson también elogió al sector privado por su innovación, buscando fortalecer los lazos económicos.
La presidenta Claudia Sheinbaum insistió en una relación de respeto mutuo, rechazando cualquier enfoque que vulnere la soberanía mexicana. Expertos advierten que las declaraciones de Johnson podrían tensionar la relación bilateral, especialmente por su postura antimigratoria. La colaboración en seguridad y comercio seguirá siendo clave, pero las diferencias ideológicas podrían complicar el diálogo.
