México experimentó un crecimiento histórico en el número de personas refugiadas, solicitantes de asilo y quienes requieren protección internacional, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Durante 2024, el país alcanzó la cifra récord de 150,836 personas refugiadas, un incremento del 20.8% respecto al año anterior.
Este crecimiento sostenido se enmarca en una crisis regional de desplazamiento forzado que ha impactado especialmente a las Américas.
Solicitudes de asilo y refugiados en aumento
En materia de solicitudes de asilo, se recibieron 266,710 peticiones en 2024, frente a las 257,396 registradas en 2023, lo que representa un aumento de 3.6%. Esta tendencia se suma al alza acumulada en los últimos cinco años:
- En 2020, México reportó 83,792 solicitantes de asilo;
- En 2024, esa cifra creció 218%.
Del mismo modo, el número de personas refugiadas se disparó 232% en el mismo periodo, pasando de 45,434 en 2020 a 150,836 en 2024.
Disminuyen otras formas de protección
En contraste, el grupo de personas que requieren protección internacional —aquellas que no han sido formalmente reconocidas como refugiadas o solicitantes de asilo, pero que necesitan asistencia humanitaria— se redujo en 2024.
- En 2023 se registraron 73,753 personas en esta condición;
- Para 2024, la cifra bajó a 64,347, lo que representa una disminución del 12.8%.
No obstante, el número sigue siendo superior al de 2019, cuando se contabilizaron 52,982 personas, mostrando una tendencia de crecimiento del 21.5% en cinco años, aunque con variaciones interanuales.
América Latina: región bajo presión
El informe Tendencias Globales 2024 de ACNUR subraya que las Américas concentran 21.9 millones de personas desplazadas, es decir, el 17.6% del total global. Este panorama está marcado por conflictos, violencia estructural, pobreza extrema y desastres naturales, con Haití y Colombia como focos críticos del desplazamiento interno.
ACNUR también indicó que cerca del 60% de los desplazados en la región huyen dentro de sus propios países, fenómeno que complica las labores de atención y protección.
Tensión por restricciones en EE.UU.
A nivel internacional, la situación se agudiza con la suspensión de las llegadas de refugiados por parte del gobierno de Estados Unidos, que afecta a miles de personas, incluso aquellas a las que ya se les había concedido asilo. Esta medida impacta directamente a México, al convertirse en país de tránsito y destino de migrantes y refugiados.