El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, comenzó este viernes una ronda de negociaciones en Washington con funcionarios estadounidenses para solicitar la exclusión del acero y aluminio mexicanos de los aranceles del 50% impuestos por el presidente Donald Trump. La medida, que entró en vigor esta semana, ha sido calificada por Ebrard como “injusta, insostenible e inconveniente” para ambas economías.
El titular de la Secretaría de Economía argumentó que México presenta un superávit comercial a favor de Estados Unidos en este sector, importando más acero del que exporta. “No tiene sentido imponer aranceles a un producto en el que ellos tienen ventaja”, afirmó Ebrard tras reunirse con el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer. El funcionario mexicano busca replicar el trato otorgado al Reino Unido, que fue exentado de estas tarifas.
Ebrard destacó el impacto negativo en industrias clave como la automotriz, la construcción y la electrónica, vitales para la integración económica entre ambos países. Las negociaciones continuarán con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, en un esfuerzo por evitar daños a las cadenas de suministro. México confía en presentar datos contundentes para persuadir a las autoridades estadounidenses y proteger millones de empleos.
