El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, calificó como «injusto» el arancel del 50% impuesto por Estados Unidos al acero y aluminio provenientes de México, argumentando que la medida afecta gravemente la competitividad de la industria nacional y las relaciones comerciales bilaterales.
En conferencia de prensa, Ebrard destacó que el gobierno mexicano ya inició conversaciones con las autoridades estadounidenses para revertir la decisión, la cual, asegura, carece de fundamento técnico y contradice los acuerdos del T-MEC. «Es una medida que no solo daña a nuestros productores, sino que también encarece los costos para los consumidores en ambos países»
El titular de Relaciones Exteriores adelantó que México evalúa acciones recíprocas, incluyendo posibles aranceles a productos estadounidenses, aunque enfatizó que la prioridad es el diálogo. La Secretaría de Economía y la iniciativa privada ya trabajan en un análisis para medir el impacto económico. La industria acerera, clave para sectores como la construcción y la automotriz, enfrenta un panorama complicado.
Organizaciones empresariales, como la Canacero, expresaron su preocupación y pidieron una respuesta coordinada. México espera una resolución favorable en las próximas semanas.