Los automóviles ensamblados en México y exportados a Estados Unidos pagarán un arancel promedio del 15%, en lugar del 25% inicial, anunció Marcelo Ebrard, secretario de Economía, tras la publicación de la Proclamación 10908 de la USTR. Esta medida posiciona a México como socio comercial privilegiado frente a otros países, que enfrentan tarifas más altas.
Ebrard destacó que la reducción, de entre 40% y 50% respecto al arancel general, beneficia a la industria automotriz mexicana, que exporta cerca de dos millones de vehículos anuales a EU. La norma, retroactiva desde el 3 de abril, permite deducir el contenido estadounidense de los autos, aplicando el 25% solo a componentes no originarios de la región T-MEC, que promedian un 60% del valor del vehículo. Esto podría generar reembolsos para algunas empresas.
A pesar de no lograr un arancel cero, Ebrard subrayó la ventaja competitiva de México sobre países como Reino Unido, que paga 10% por un cupo limitado. Analistas advierten que armadoras japonesas y alemanas podrían enfrentar dificultades para cumplir con las reglas de origen del T-MEC, lo que limitaría el beneficio. La negociación refleja el esfuerzo del gobierno mexicano por proteger empleos y fortalecer la integración regional.