En contraste con el sombrío pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que anticipa una caída de 0.3 % en el Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2025, Grupo Financiero Banorte asegura que el país evitará una recesión. Así lo afirmaron sus directivos durante la presentación de resultados del primer trimestre del año, destacando la solidez de varios indicadores económicos clave y la estabilidad de su propio balance financiero.
Marcos Ramírez, director general de Banorte, reconoció que la revisión del FMI fue sorpresiva, pero insistió en que la institución tiene una lectura más optimista del entorno económico nacional. Alejandro Padilla, director adjunto de Análisis Económico y Financiero, explicó que México cuenta con márgenes de maniobra suficientes, sobre todo gracias a su relación comercial con Estados Unidos, para sortear una crisis más profunda. Además, subrayó que el consumo interno, el empleo, las remesas y los programas sociales aún muestran dinamismo.
El banco también analizó su nivel de exposición ante posibles riesgos económicos. Gerardo Salazar Viezca, director de Administración de Riesgos y Crédito, informó que solo el 3.7 % de su cartera está relacionada con la coyuntura económica actual y un 3.2 % con exportaciones hacia Estados Unidos. Aseguró que Banorte está preparado para resistir escenarios adversos como el “efecto Tequila” de 1994 o la crisis financiera global de 2008, gracias a un sólido balance de capitalización y liquidez.
Uno de los puntos más relevantes del diagnóstico de Banorte es que, aun en un contexto económico adverso, la demanda de crédito por parte de los mexicanos se mantendrá. Según Salazar Viezca, los análisis de riesgo realizados por la institución indican que los consumidores seguirán recurriendo al uso de tarjetas de crédito y otros préstamos, lo que ha motivado al banco a expandir su cartera, especialmente a través de la digitalización y una mayor competencia en el mercado.
En conclusión, mientras el FMI se muestra pesimista respecto al desempeño económico de México, Banorte se posiciona con una visión más confiada: no solo niega una inminente recesión, sino que prevé una continuidad en la dinámica del consumo, apoyada por la solidez de las instituciones financieras y la capacidad de adaptación de los mexicanos.