En su conferencia, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, explicó que se busca implementar un modelo similar al que se acordó con las tiendas de autoservicio para regular el precio de la canasta básica. El objetivo es establecer un precio máximo de manera voluntaria, evitando la persecución de gasolineras que fijan precios excesivamente altos.
Este acuerdo debe detallar claramente los costos involucrados, incluyendo el precio de Pemex, el costo de la gasolina importada, los impuestos sobre producción y servicios (IEPS), el valor agregado, así como las ganancias tanto de Pemex como de los gasolineros. El propósito de este consenso es fortalecer la economía nacional y beneficiar al pueblo de México.
Sheinbaum expresó su confianza en lograr un gran acuerdo nacional con el apoyo de los gasolineros para fijar un precio máximo de manera voluntaria antes de establecer regulaciones sobre el margen de ganancia de las gasolineras. Señaló que este acuerdo podría ajustarse dependiendo de la evolución de los precios internacionales del petróleo.
Por su parte, el organismo que agrupa a los empresarios gasolineros de las 32 entidades federativas indicó que, aunque el sector está dispuesto a mantener la autocontención en los precios, también espera que los análisis de la autoridad en materia de precios y márgenes de ganancias consideren factores como la ubicación, accesibilidad geográfica, tamaño, equipamiento, volumen de ventas, perfil del consumidor, medios de pago y la plantilla laboral de cada estación de servicio.
Además, señalaron que, según datos de la Comisión Reguladora de Energía, los precios promedio nacionales de las gasolinas y el diésel no han registrado incrementos por encima de la inflación. Sin embargo, advirtieron que la presencia de combustibles de dudosa procedencia está generando distorsiones y nuevos riesgos en el mercado de los petrolíferos.





