Pete Hegseth, nominado por el presidente electo Donald Trump para el cargo de secretario de Defensa, prometió el martes impulsar una «cultura guerrera» en el Pentágono, presentándose como un «agente de cambio» durante una audiencia de confirmación en el Senado que generó protestas, pero también atrajo el apoyo de veteranos. Durante la audiencia, Hegseth no descartó la posibilidad de despedir al principal general estadounidense, afirmando que realizaría una revisión exhaustiva si se le confirmaba en el cargo. Cuando se le preguntó si el jefe del Estado Mayor Conjunto, general C.Q. Brown, estaba entre los posibles destituidos, Hegseth respondió que todos los oficiales superiores serían evaluados según su mérito, estándares, poder letal y compromiso con las órdenes legales.
En cuanto a las acusaciones de agresión sexual, abuso de alcohol y comentarios despectivos sobre las mujeres en combate y las minorías, Hegseth no abordó directamente los detalles, sino que se centró en su experiencia en la Guardia Nacional del Ejército. Declaró: «Es hora de darle el timón a alguien con polvo en sus botas. Un agente de cambio». Cuando se le preguntó sobre las acusaciones de agresión sexual, las calificó de «campaña de difamación» y un ataque injusto, sin desmentir directamente las alegaciones.
Los senadores, especialmente los demócratas, cuestionaron su idoneidad para el cargo, con el republicano Roger Wicker defendiendo la nominación como una oportunidad para traer «energía e ideas frescas» al Pentágono, mientras que el demócrata Jack Reed expresó dudas sobre su capacidad para cumplir con las demandas del puesto. Hegseth, de 44 años, es considerado un veterano de la guerra de Irak y Afganistán, lo que le da una ventaja en términos de experiencia militar. Sin embargo, sus opiniones pasadas, especialmente sobre las mujeres y las minorías, han generado controversia. A pesar de ello, Trump expresó su total apoyo a Hegseth en las redes sociales.
La audiencia en el Comité de Servicios Armados del Senado marca el inicio de una serie de audiencias para confirmar los nombramientos de Trump, y los republicanos están decididos a respaldar a Hegseth. A pesar de las críticas, grupos como la Heritage Foundation están llevando a cabo campañas de apoyo. En la audiencia hubo tanto manifestantes como personas que apoyaban a Hegseth, lo que reflejó la polarización del evento.
Si es confirmado, Hegseth asumirá un cargo crucial en un momento de múltiples desafíos para las fuerzas armadas de Estados Unidos, incluyendo crisis globales, reclutamiento, retención y financiación. Como secretario de Defensa, sería responsable de dirigir un ejército de más de 2 millones de miembros, supervisar operaciones en el extranjero y en el mar, y garantizar que el ejército esté listo para enfrentar cualquier desafío. Además, desempeñaría un papel fundamental en la seguridad nacional y las relaciones internacionales, incluyendo la cooperación con la OTAN y aliados clave.
Sin embargo, Hegseth ha enfrentado obstáculos en su camino hacia la confirmación, principalmente debido a las acusaciones de agresión sexual, las cuales ha negado, y sus comentarios pasados que no coinciden con la visión más inclusiva del ejército moderno. Sus opiniones sobre la diversidad y la inclusión en las fuerzas armadas también han sido motivo de discusión. A pesar de las controversias, algunos senadores republicanos, como Tommy Tuberville, defienden su candidatura y creen que superará los obstáculos para ser confirmado.