Fitch Ratings mantuvo la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en «B+», con perspectiva estable. Esta calificación está cuatro niveles por debajo de la nota soberana, lo que refleja su opinión de que la empresa enfrenta vulnerabilidad financiera y su historial en términos de factores Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) limita su capacidad para obtener capital.
En un comunicado, la agencia calificadora destacó que la inclusión de Pemex en el presupuesto anual de México, por segundo año consecutivo, es un factor positivo desde el punto de vista crediticio, ya que proporciona mayor claridad sobre el momento y la magnitud del apoyo gubernamental. «Un apoyo continuo y una mayor visibilidad podrían llevar a una reevaluación de la calificación vinculada, lo que, conforme a los Criterios de Fitch para Entidades Relacionadas con el Gobierno, podría generar un cambio en la calificación de Pemex», señaló.
Fitch precisó que el presupuesto aprobado incluye un apoyo de seis mil 700 millones de dólares para la petrolera en 2025, cubriendo la mayor parte de sus vencimientos de deuda por un total de ocho mil 900 millones de dólares para ese año. Aunque aún no está claro cómo se cubrirá el saldo restante, se prevé que se cubra con reducciones y aplazamientos fiscales, y posiblemente con algún tipo de refinanciación.
La calificadora también estimó que Pemex enfrentará un déficit de caja de 75 mil millones de dólares entre 2025 y 2027, además de 20 mil millones de dólares en vencimientos de deuda en ese mismo período, suponiendo que no haya más inyecciones de capital ni apoyo gubernamental después de 2025.
Entre los factores que podrían llevar a una revisión negativa de la calificación o a una bajada de la nota están una posible disminución en la calificación soberana de México, un debilitamiento en la capacidad y/o disposición del gobierno para respaldar a Pemex, dificultades para acceder a financiamiento y/o un aumento significativo en los gastos por intereses. También, un saldo de caja sostenido inferior a tres mil millones de dólares y la incapacidad de gestionar adecuadamente las responsabilidades con proveedores podrían afectar la calificación.
Fitch subrayó que el elevado nivel de endeudamiento de Pemex sigue siendo un factor clave que deteriora su situación financiera. A finales de septiembre, la petrolera reportó una deuda de 97 mil millones de dólares, y Fitch estimó que el gasto en intereses de este año será de ocho mil 300 millones de dólares, más de la mitad del EBITDA proyectado.
Además, la calificadora señaló que el historial de Pemex en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, manejo de materiales peligrosos e impactos ecológicos plantea preocupaciones en términos de ASG. Recordó que la empresa ha enfrentado múltiples incendios en activos críticos, lo que probablemente tendrá efectos negativos en las comunidades locales y el medio ambiente.
«La gestión operativa deficiente y la falta de inversión en el mantenimiento de activos centrales e infraestructura seguirán afectando el perfil financiero de Pemex. Este fue un factor clave en la calificación ‘B+’, ya que el historial en ASG podría limitar aún más su capacidad para captar capital», advirtió Fitch.
Finalmente, la agencia calificadora destacó que el bienestar de los empleados también es una preocupación dentro de los criterios ASG al evaluar el perfil crediticio de Pemex. «Varios incidentes relacionados con la falta de inversión en activos críticos han resultado en lesiones y muertes de empleados y contratistas. Muchos de estos incidentes también han tenido consecuencias ambientales negativas, lo que probablemente afectará a la empresa desde un punto de vista financiero y reputacional», concluyó.