La presidenta Claudia Sheinbaum presentó una serie de medidas para fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex), destacando un nuevo régimen fiscal que simplificará los pagos de la empresa mediante la creación de un impuesto único, así como un plan de austeridad que permitirá generar ahorros por 50 mil millones de pesos.
En su anuncio, Sheinbaum detalló que, en lugar de pagar tres derechos distintos (Derecho de Exploración, Derecho de Extracción de Hidrocarburos y Derecho de Utilidad Compartida), Pemex solo deberá abonar el «Derecho Petrolero para el Bienestar», con una tasa general del 30%. Para proyectos relacionados con gas asociado, la tasa será del 11.63%.
Este nuevo régimen se presentará en el Paquete Económico 2025 y se complementará con las leyes secundarias que se enviarán en febrero del próximo año. Según explicó Sheinbaum, el Derecho Petrolero para el Bienestar estará principalmente vinculado a la producción petrolera de Pemex, e incluso podría ser inferior al 30% en algunos casos.
Edgar Amador, subsecretario de la Secretaría de Hacienda, añadió que esta simplificación fiscal no afectará negativamente la recaudación. «Trabajaremos con Pemex y la Secretaría de Energía para crear mecanismos que permitan atender los compromisos de la deuda financiera de Pemex, sin tener que recurrir a los mercados de capitales en el corto plazo», afirmó Amador, subrayando que la idea es apoyar la estabilidad financiera de la empresa en los próximos años.
Pablo Medina, jefe de nuevas empresas de la consultoría Welligence, opinó que esta reforma solo fusiona los tres derechos en una única regalía, por lo que el impacto sobre las finanzas de Pemex será nulo. «El nuevo impuesto se calibró para mantener el mismo nivel de carga fiscal que el régimen anterior, por lo que Hacienda aclaró que su efecto será neutro. Lo único que queda por ver es si el porcentaje del nuevo impuesto variará anualmente, como ocurría con el DUC», señaló Medina.
Lorenzo Meyer, consejero independiente de Pemex, destacó la importancia de liberar a la petrolera de esta carga financiera, dado que uno de los mayores riesgos que enfrenta Pemex es el impago a sus proveedores. «La deuda a proveedores oficialmente ronda los 18 mil millones de dólares, pero se sabe que desde la administración anterior se dejaron de facturar algunos pagos, lo que ha generado una deuda oculta», explicó Meyer, quien añadió que estos retrasos ya están afectando la producción, refinación, y especialmente la exploración y explotación de reservas.
Por su parte, Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, informó que se implementará un plan de austeridad que generará ahorros por 50 mil millones de pesos, a través de la integración de las actuales subsidiarias en una sola empresa. Pemex eliminará las tres subsidiarias existentes (Producción y Exploración, Transformación Industrial y Logística) y reducirá el número de filiales, que actualmente superan las 40.
Susana Ivana Cazorla, socia de SICEnrgy & Madero, opinó que la creación de estas subsidiarias en 2013 tenía sentido cuando se buscaba abrir el mercado a la participación privada, pero ahora que Pemex busca concentrar sus operaciones, la unificación es una medida lógica. «Ahora que Pemex ha concentrado sus actividades, podemos esperar una regulación más estricta. Lo positivo de las subsidiarias era que permitían identificar qué áreas, como Pemex Transformación Industrial, estaban perdiendo dinero, ya que sus ingresos por ventas eran inferiores a sus costos de producción», comentó Cazorla.
Víctor Luque, socio de Atik Capital, añadió que estas decisiones parecen estar motivadas por criterios técnicos más que ideológicos, lo cual es una buena señal para el futuro de Pemex.
Finalmente, Rodríguez Padilla enfatizó que se podrán realizar proyectos mixtos con empresas privadas en sectores como la petroquímica y los fertilizantes, bajo esquemas diferentes a las antiguas Asociaciones Público-Privadas (APPs), las cuales, según él, solo generaban «problemas para el erario».