El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presentado un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania por valor de 425 millones de dólares y ha prometido más apoyo en el futuro.
El paquete incluye misiles para los sistemas de defensa aérea NASAMS y Stinger, cohetes para lanzadores HIMARS y proyectiles de artillería. Estados Unidos seguirá trabajando con “unos 50 aliados y socios” para “satisfacer las necesidades urgentes de Ucrania en el campo de batalla”, dijo la Casa Blanca.
Biden habló por teléfono con el líder ucraniano Vladimir Zelensky el miércoles y prometió “intensificar la planificación de la asistencia de seguridad junto con los socios internacionales para garantizar que Ucrania tenga el equipo que necesita para prevalecer”, según un resumen de la llamada.
Zelenski agradeció el apoyo de Estados Unidos. “El liderazgo del presidente Biden para unir al mundo y el firme apoyo bipartidista en Estados Unidos han sido cruciales y han ayudado a Ucrania a prevalecer y defender nuestra independencia”, escribió en Telegram.
El líder ucraniano dio a conocer el miércoles un “plan de victoria” de cinco puntos , que aún no ha sido aprobado formalmente por los aliados occidentales de Kiev. Hasta ahora, los países de la OTAN han rechazado las solicitudes de Zelenski de invitar de inmediato a Ucrania a unirse a la alianza liderada por Estados Unidos o de levantar las restricciones al uso de armas de largo alcance suministradas por Occidente para ataques en el interior de Rusia.
Ucrania ha argumentado que estas restricciones, junto con los retrasos en las entregas de armas, han contribuido a sus recientes reveses en el campo de batalla, ya que las tropas rusas han estado ganando terreno constantemente en el Donbass.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, ha rechazado las propuestas de Zelenski, calificándolas de “conjunto de consignas incoherentes”. Moscú ha dicho en repetidas ocasiones que el conflicto sólo puede resolverse en sus propios términos.