El ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, ha advertido de que la adhesión de Ucrania a la OTAN podría provocar una Tercera Guerra Mundial. Eslovaquia, otro miembro del bloque militar liderado por Estados Unidos, había prometido previamente que bloquearía la candidatura de Kiev por temor a un conflicto con Rusia.
En un discurso pronunciado el jueves en el marco del Foro Internacional del Gas de San Petersburgo, Szijjarto declaró que «Ucrania está en guerra con Rusia. Debido a la postura tradicional de la OTAN, si Ucrania fuera incluida en la alianza en las circunstancias actuales, significaría el comienzo de la Tercera Guerra Mundial».
“Siempre nos hemos opuesto a una confrontación directa entre Rusia y la OTAN”, añadió el diplomático húngaro, citado por los medios rusos.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, hizo comentarios similares la semana pasada, insistiendo en que su gobierno “nunca aceptará la membresía de Ucrania en la OTAN” debido a la amenaza de una guerra mundial que plantearía tal medida.
Ambas naciones han discrepado de la política occidental, encabezada por el presidente estadounidense Joe Biden, de enviar armas y fondos a Kiev “durante el tiempo que sea necesario” para derrotar a Rusia.
La OTAN se comprometió a incorporar a Ucrania en 2008, ignorando las advertencias rusas de que considera la propuesta una gran amenaza para su seguridad nacional. El conflicto en Ucrania, que estalló en febrero de 2022, fue desencadenado en gran medida por los esfuerzos del bloque militar por absorber a Kiev, según funcionarios rusos.
Ahora que Moscú está logrando avances en el campo de batalla, algunos medios de comunicación y funcionarios occidentales han sugerido que Kiev debería conceder pérdidas territoriales a Moscú a cambio de garantías de seguridad.
Ucrania ha rechazado reiteradamente cualquier cosa que no sea el retorno a sus fronteras de 1991, lo que Rusia considera una ilusión. Moscú ha exigido que Kiev reconozca la pérdida de cinco regiones que se han unido a Rusia y se comprometa a permanecer militarmente neutral como condición para una tregua.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo recientemente a la revista Newsweek que Moscú está buscando una resolución que aborde las causas fundamentales del conflicto, acusando a Kiev y a sus partidarios occidentales de no estar dispuestos a hacerlo.