Donald Trump comenzó la semana con fuerza, amenazando al fabricante estadounidense de maquinaria agrícola Deere con imponer altos aranceles si decide trasladar parte de su producción a México. «Estoy advirtiendo a John Deere que, si lo hace, aplicaremos un arancel del 200 por ciento sobre todo lo que intente vender en Estados Unidos», declaró en un evento con agricultores, refiriéndose a informes sobre el posible traslado de la fabricación a México.
A principios de 2024, John Deere anunció el despido de 503 trabajadores en Illinois y 310 en Iowa debido al aumento de costos operativos y a la disminución de la demanda. Estas decisiones han generado preocupación entre los republicanos sobre si la emblemática compañía estadounidense planea llevar su producción al extranjero, específicamente a México, su socio en el T-MEC. En agosto, el senador republicano Marco Rubio envió una carta al CEO de Deere, John May, instando a la empresa a priorizar a los trabajadores estadounidenses.
Trump hizo estas declaraciones en un foro en Pensilvania, un estado crucial para sus aspiraciones de regresar a la Casa Blanca. Además de su advertencia a Deere, Trump acusó a China de no cumplir un acuerdo para adquirir 50 mil millones de dólares en exportaciones agrícolas estadounidenses, prometiendo abordar el tema con el presidente chino, Xi Jinping, si es reelegido. «Mi primera llamada será al presidente Xi para decirle que debe cumplir el trato que hiciste: comprar 50 mil millones de dólares en productos agrícolas estadounidenses. Y te aseguro que lo hará, al 100 por ciento», afirmó.
Trump firmó un acuerdo comercial conocido como «fase uno» con China a principios de 2020, donde Estados Unidos redujo algunos aranceles a cambio de que China aumentara sus compras de exportaciones estadounidenses. Sin embargo, un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional revela que China ha importado menos del 60 por ciento de los bienes y servicios prometidos (que incluyen alimentos, energía y productos manufacturados hasta diciembre de 2021).
El candidato republicano también criticó al presidente Joe Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris, afirmando que la administración actual no ha hecho cumplir el acuerdo. China, como segunda mayor economía del mundo, ha sido un objetivo constante en la contienda presidencial entre Trump y Harris, con ambos candidatos prometiendo una postura firme contra Beijing y su creciente influencia.
El evento del 23 de septiembre fue organizado por la Protecting America Initiative, un grupo dedicado a frenar la influencia china en Estados Unidos. Durante su discurso, Trump reafirmó su compromiso de imponer aranceles tanto a aliados como a adversarios si regresa a la Casa Blanca, prometiendo un arancel del 60 por ciento a China y un 100 por ciento a automóviles chinos fabricados en México. Durante su presidencia, Trump impuso aranceles a más de 300 mil millones de dólares en productos chinos.




