Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que la economía de Estados Unidos logre un «aterrizaje suave», especialmente tras el primer recorte de tasas de la Reserva Federal en más de cuatro años. “Soy un poco más escéptico que otros. Le doy menos probabilidades a ese ‘aterrizaje suave’”, comentó durante el evento The Atlantic Festival en Washington el 20 de septiembre.
Dimon agregó que, aunque espera que la inflación disminuya, no cree que este proceso sea tan fácil. “La inflación ha bajado, y puede seguir bajando, pero soy más escéptico sobre su desaparición rápida”, señaló.
Asimismo, pronosticó que el recorte agresivo de 50 puntos base en la tasa de interés apenas influirá en las elecciones presidenciales entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. La Reserva Federal decidió reducir su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual, buscando facilitar un «aterrizaje suave» para una economía estadounidense que ha superado las expectativas.
Jerome Powell, presidente de la Fed, afirmó en una conferencia el 18 de septiembre que esta recalibración de la política monetaria “ayudará a mantener la fortaleza de la economía y el mercado laboral, y permitirá un mayor progreso en la inflación mientras nos movemos hacia una postura más neutral”.
Antes de la decisión de la Fed, que no fue unánime, ya que una gobernadora votó por un recorte de 25 puntos base, Dimon había indicado que la reducción no era “trascendental”.
El veterano CEO ha estado advirtiendo durante más de un año que la inflación podría ser más persistente de lo que anticipan los inversores, mencionando factores como el gasto deficitario y la «remilitarización del mundo». En su carta anual a los accionistas en abril, Dimon mencionó que JPMorgan está preparado para tasas de interés que oscilen entre el 2% y el 8% o incluso más.
“No me arriesgaría a predecir el resultado del ‘aterrizaje suave’. Podríamos estar pasando de tasas e inflación más bajas a tasas e inflación ligeramente más altas. En el futuro, abordaremos lo que venga. Los economistas están acostumbrados a enfrentar estas situaciones. No es un desastre”, concluyó.