El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su intención de presentar una reforma al Poder Judicial antes de finalizar su mandato, a pesar del nerviosismo económico que esto ha generado.
Durante su conferencia mañanera en Palacio Nacional, López Obrador sostuvo que los recientes movimientos en la Bolsa de Valores y en el tipo de cambio no son obra de una «mano invisible», sino de intereses que, según él, tienen secuestrado al Poder Judicial y de magnates y grandes corporaciones que controlan a los ministros de la Corte.
«Es que la justicia está por encima de los mercados, o sea, es como cuando se tiene que optar entre derecho o justicia, o cuando tienes que optar entre progreso o esclavitud, o sea con cosas de definición, la gente quiere eso», afirmó.
El mandatario negó que presentar estas reformas complicará la llegada al gobierno de Claudia Sheinbaum, ya que ella también propuso la reforma judicial durante su campaña. Además, argumentó que los votantes apoyaron este tipo de cambios en las elecciones del domingo pasado.
López Obrador también acusó a los conservadores de provocar el nerviosismo en los mercados, señalando que estos grupos están acostumbrados a la corrupción y al tráfico de influencias. «El pueblo quiere cambios, está demostrado, quiere que se vaya purificando la vida pública… ¿Cómo se va a reformar el poder judicial? ¿Y mis jueces? ¿Y mis magistrados? ¿Y mis ministros? ¿Y ahora quién me va a ayudar en mis transas?», subrayó.
El lunes, después de la elección, el índice de precios y cotizaciones (IPC) cayó un 4.23% en la apertura, aunque luego moderó su pérdida al 1.71%. El peso mexicano también se debilitó frente al dólar, superando las 17.50 unidades por dólar. Este nerviosismo se intensificó tras las declaraciones del diputado Ignacio Mier, quien aseguró que la reforma se aprobaría en septiembre, antes de que concluya el mandato de López Obrador.
López Obrador rechazó que las declaraciones del diputado afecten al gobierno actual o al siguiente, argumentando que es mejor no ocultar nada. Cuestionó a los opositores sobre por qué temen que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros si “el que nada debe nada teme” y afirmó que estos cambios benefician a todos los mexicanos.
Finalmente, López Obrador destacó su responsabilidad de proponer la reforma, dejando la decisión en manos de los legisladores. «Ahora que si los legisladores dicen no, pues no. Pero yo tengo la obligación antes de irme de decir está mal el poder judicial y propongo esto, para que no vayan a decir el día de mañana y ustedes qué hicieron, por qué no lo propusiste, ya si se acepta o no se acepta es otra cosa», remarcó.