El ex gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, ha sido expulsado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras ser acusado de entregar la gubernatura de la entidad en las elecciones del 2023 a Morena.
Luego de una investigación exhaustiva de más de siete meses, la Comisión de Justicia Partidaria y la Comisión Permanente del PRI determinaron su expulsión, responsabilizándolo de facilitar la victoria de Delfina Gómez, candidata de Morena, en los pasados comicios electorales.
La decisión se basó en acusaciones de que Del Mazo atentó contra los principios del PRI y cometió actos de traición al colaborar supuestamente con otros partidos políticos, lo que resultó en la entrega del Gobierno del Estado de México a la Cuarta Transformación (4T). Este hecho marca el fin de un ciclo histórico para la familia Del Mazo, que ha gobernado el Estado de México por tres generaciones.
Fuentes consultadas por Milenio señalaron que la conducta de Del Mazo con el presidente Andrés Manuel López Obrador también fue un factor crucial en la decisión, e incluso se manejó la posibilidad de que pudiera haber ocupado algún cargo diplomático.
En respuesta a su expulsión, Alfredo del Mazo culpó al dirigente del PRI, Alejandro «Alito» Moreno, de su salida, calificándolo de mentiroso y traidor. Del Mazo criticó la gestión de Moreno y lo responsabilizó de la decadencia del partido, afirmando que Moreno ha traicionado los principios del priismo y las causas sociales por su ambición desmedida.
La expulsión de Del Mazo se produce en un contexto de fuertes cuestionamientos dentro del PRI, especialmente tras el proceso electoral de 2023 que llevó al primer gobierno de alternancia en el Estado de México con la victoria de Delfina Gómez. La ex candidata del PRI a la gubernatura, Alejandra Del Moral Vela, también presentó recientemente su renuncia al partido, citando la falta de apoyo de Del Mazo durante su campaña y criticando las decisiones de la actual dirigencia del PRI.
En una carta dirigida a Alejandro Moreno, Del Moral expresó su descontento con la dirigencia del partido y señaló que se han privilegiado decisiones basadas en la sumisión al presidente, sin espacio para el debate o el ejercicio de criterios propios, confirmando así la entrega del Estado de México al partido de Morena.