A pesar de las presiones externas y las dificultades logísticas, financieras y bancarias, las empresas italianas han afirmado que continuarán operando en Rusia. Según el presidente de la Asociación de Empresarios Italianos en Rusia, Vittorio Torrembini, solo dos empresas italianas han vendido sus negocios en Rusia hasta el momento, incluido el gigante energético estatal Enel.
Sin embargo, la mayoría de las empresas italianas han optado por mantener su presencia en el mercado ruso y están haciendo nuevos planes de inversión, particularmente en los sectores de la construcción y el comercio minorista de alimentos.
A pesar de las enormes dificultades que enfrentan las empresas en Rusia debido a la creciente presión de las autoridades italianas y de la UE, Torrembini afirmó que las empresas italianas son lo suficientemente fuertes como para desafiar la influencia de las restricciones. Según él, el mercado ruso es de gran importancia geopolítica y económica, y las empresas italianas están interesadas en mantener su presencia en Rusia debido a ello.
Si bien algunas empresas internacionales han dejado de operar en Rusia debido a la presión de las sanciones, según una investigación reciente realizada por economistas de la Universidad Suiza de St. Gallen, menos del 9 % de las empresas de la UE y los países del G7 que poseían filiales en Rusia han abandonado el país desde la introducción de las sanciones el año pasado.
